martes, 29 de noviembre de 2011

Día 5


Un fuerte rayo de sol golpeó mi cara, ¡increíble¡ por primera vez desde que llegué aparecía un rayo de sol, pero aun así era un día nublado como todos los demás, me asome a la ventana, y me desperecé, estaba muy adormilado y aún seguía bastante cansado, los hechos de los últimos días todavía me tenían bastante agotado, sobretodo mentalmente.

Bajé las escaleras y para no variar mis padres ya no estaban allí, últimamente desde que llegamos aquí siempre tienen algo que hacer, apenas podemos vernos y hablamos solo cuando ellos lo ven oportuno, tampoco parece importarles mucho mis estudios, pero espero que recuerden que les pedí el coche, y para mí sería importante que me lo regalaran, así no tendría que ir a todos sitios andando y por la noche me resultaría mucho más cómodo volver del instituto.

Mientras desayunaba estuve recordando, ¿debería ir al cementerio y adentrarme en todo lo sucedido? Lo mejor creo, será dejarla un poco de lado, y no echarle muchas cuentas ha esto. Y aprovechar para echar algún amigo en el instituto, quizás sería lo mejor que podía hacer.
¡Decidido!, me apuntare a algún club matinal, asique pronto me cambie, y decidí ir al instituto ha ver las posibles alternativas que había para elegir, quizás alguna me llamaría la atención y así conocería nueva gente. Tras llegar al instituto, me acerque al tablón principal, parecía que allí estaban todos los clubs apuntados… ¿Fútbol? ¿Tenis?... paso de deportes… ¿La banda? Esta podía ser una buena elección, pero vi una mejor: Club de fotografía. Me encantaba la fotografía, quizás este estaba hecho para mí así que cogí el papel y casualmente ahora mismo estaría el estudio abierto según indica el horario en el cartel.

Al llegar había allí una chica, ¿Eres Àlex verdad? Te he visto trabajando en el bar estos últimos días, -dijo la chica- Si, respondí, la cara de esa chica me sonaba asique la habría atendido en el bar supongo por lo que me está diciendo. Trabajaba allí, pero ya no, ayer me despidieron –respondí a la chica- Se reyó , ¿y eso? –pregunto con tono cómico- no era lo mío, lo deje un poco de lado y el jefe me hecho.
Bueno, ¿Qué haces aquí?, por cierto soy Miriam, y es un placer conocerte. Estoy interesado en apuntarme al club, como ya sabrás soy nuevo y no conozco mucho aquí, y este club parece ir bastante conmigo, ¿tú llevas el club? De momento y si no me pasa nada si, pues ya está, ahora me das tu nombre y apellido, y si quieres podemos quedar y tomar algo, así te cuento de lo que va este club –Dijo la chica con tono interesado-
¿Por qué no? así conocería a una chica interesante, parecía menor que yo, era rubia con un pelo liso y con ojos azulados era alta y no tenía el pelo demasiado largo, la verdad es que la chica tenía muy buen cuerpo, y parecía interesada en conocerme, es mas ya sabía mi nombre al llegar.
Vale, respondí tras pensármelo unos segundos, ¿qué te parece si mañana por la mañana antes de abrir el club a las diez quedamos? -Preguntó la chica-
Por supuesto respondí, y ella me enseñó unas fotos echar por el club, por lo visto se dedicaban ha hacer fotos artísticas del paisaje, se adentraban en el bosque, y echaban fotos a lo que le parecía más estético a la vista, en una fotos vi algo que me resulto muy peculiar, una casona en el bosque, era inmensa y estaba medio derruida, había muchas fotos de esta casa , pero había una que me llamo más la atención y no pude evitar fijarme, había dos estatuas, con lo que parecía una estatua de unas bellas chicas, con el cabello largo, vestidas con unas batas y que sujetaban en su mano derecha unas antorchas, pero en estas estatuas, en el dedo parecían llevar un anillo muy parecido al mío.
… ¿De donde habrán salido estas fotos?, Oye, Miriam ¿Dónde está esto? – Pregunté muy preocupado- al sur del pueblo, es una vieja mansión, antes había sido habitada por la familia River , ¡¿Cómo?! Mi nombre es Alejandro Cuesta River… a la chica le sorprendió, será mera casualidad, -respondió la chica- , ya eran demasiadas casualidades, cada vez mi vida era más misteriosa, ¿no me podían dejar vivir una vida normal? Quizás no debería dejar esto ha medias, y seguir buscando información de mis antepasados.

La chica en todo momento fue muy amable conmigo, estaba contento parece que llegaríamos ha ser amigos, por fin había encontrado alguien normal en el pueblo con quien poder hablar o tomar algo.
Bueno me voy, debo de ir a clase cerro y poco después se marchó.

Aún quedaba un rato para que empezaran mis clases, asique decidí dar un paseo por el instituto. Me llamó mucho la atención la biblioteca, era inmensa, podía ser perfectamente más grande que el gimnasio, así que decidí entrar, y ver qué tipo de libros había en esta. Había mucha gente allí leyendo, parecía que en este instituto no solo se interesaban en el deporte, seguro habría muchos chicos con buenas notas aquí.
Pregunté a la chica de la entrada si tenía algún libro acerca de anillos o algo así, pero la chica me dijo que no , era obvio, ¿Cómo iban a tener algún libro de anillos?, asique decidí mirar por las estantería a ver si algún libro me llamaba la atención, pero no había ninguno de mi interés, pero aquello estaba lleno de libros y de gente.
Pronto me fijé, Claire estaba allí leyendo un libro muy extraño, parecía muy antiguo y muy amplio, pero preferí no acercarme ha hablar con ella, seguramente no le importaría mucho mi presencia, pues no se percató de mí.
Poco después sonó la alarma, y me dirigí a clase, que por cierto fueron trasladadas al otro edificio, pues ayer los bomberos tardaron un poco en acudir, y se había quemado gran parte del edificio, menos mal que nadie se dio cuenta de que el problema había sido mío, sino quizás ahora mismo estaría en un gran problema, pero para mi era casi imposible mezclarlo todo solo, asique no me preocupada demasiado lo que pensaran los demás.

Y como siempre, al llegar a clase, ella ya estaba allí sentada, ¿no me dirigirá nunca la palabra?, me senté al lado suya, y le intenté agradecer de la manera mas amistosa posible lo que había hecho por mí.
Gracias, si no fuera por ti quizás ahora estaría en el hospital, o quizás en un sitio peor, pero ¿Cómo llegaste allí tan rápido? –le pregunté a la chica con cara de incógnita-.
Tuviste suerte nada más, no me preguntes nada, y déjame tranquila, tengo suficiente con lo mío como para tener que ir estando pendiente de nadie. –Respondió la chica-
En ese momento solo pude pensar una cosa, en realidad ella siempre me había ayudado… nunca me había hecho nada malo, quizás si fuera más respetuoso con ella, podríamos llevarnos bien, y decidí invitarla a dar un paseo.
Claire, ¿vendrías un día a tomar algo, o a ver una peli?
No me conoces de nada, ¿de verdad crees que no tengo nada mejor que hacer? Déjame tranquila y deja de darle vueltas a las cosas. –Respondió la chica- Poco después empezó a leer el libro y ya no volvió ha hablar conmigo en todo el resto de día.

Esto había sido un avance, antes no me hablaba, ahora por lo menos me responde, borde pero me responde, ya empezaba a pensar que posiblemente no me convendría estar con ella, solo se dedicaba a responderme mal, pero había algo en ella que me llamaba mucho la atención, no podía evitar preguntarle, o hablar con ella, no podía evitar mirarle a los ojos, decirle lo que pensaba, o lo que me apetecía hacer, ella era distinta, nunca había sentido eso hacia una persona, y aun así, no la conocía.
Esa noche empezó a nublarse, no se veían ya las estrellas, por lo visto el clima volvía a lo habitual, ya me extrañaba que llevara un día y una noche bien, pero hasta en un pueblo con mal clima debe de aparecer algún día la calma y claridad.

Preferí no pensar en nada, e ir pronto a dormir, mañana tendría mucho que hacer, tendría que ver a Miriam, y además intentaría acercarme ha hablar más con mis padres, a ver si los convencía definitivamente para que me compraran un coche, al llegar a casa, observe que mis padres todavía no habían llegado del trabajo, me empezó a parecer muy raro , que horario más irregular de trabajo, unos días están en casa cuando llego, otros no, ¿en que estarían trabajando ahora?.
No me apetecía cenar demasiado, así que me decidí por leer un libro, y como aun no lo había leído, y la gente estaba últimamente obsesionado con él, decidí leer “crepúsculo”, así que lo empecé, leí tres capítulos, y por cierto aprecié muchas similitudes con mi vida, la protagonista se muda a un sitio nuevo, tétrico, siempre clima nublado y rodeado de bosque, conocía a un chico con extraños poderes, obviamente ya sabía que era un vampiro, el fenómeno crepúsculo era de actualidad, tras leer esto, empecé a reírme y pensé ; ¿te imaginas que Claire es un vampiro?.

 Poco después escribí en mi diario, era ya demasiado tarde, menos mal que ya no tengo que madrugar, no tengo trabajo, así que me despertare un poco antes de la hora a la que había quedado con Miriam.
Puse el despertador y me fui a dormir.

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