martes, 29 de noviembre de 2011

Día 6


Por fin, mañana mi cumpleaños, y uno de los días más esperados de mi vida, con la mayoría de edad, ya no debería consultar nada con mis padres, y podría probarlo todo, ir donde quisiese, o hacer lo que quisiese.
Me vestí y baje muy rápido para ver si mis padres estaban en casa y casualmente ellos hoy estaban allí. Papa, ¿me vais a comprar por fin el coche? –repetí varias veces, a ver si atendían a mis súplicas-
Mi padre se reía y decía; ¿Quién sabe?, tendrás que esperar a mañana para verlo.
Joder, eso que significa, ¿Qué si? o ¿qué no?.

Sonó la alarma así que tenía que ir rápido o llegaría tarde, y no me gustaba hacer esperar a nadie, y mucho menos a la que posiblemente seria mi primera amiga aquí.
Cuando llegue a la cafetería, ella aún no había llegado, como todas las chicas supongo, tardaría mas que yo en llegar, ella tiene que arreglarse, pintarse y todo eso –pensé-. Me taparon los ojos, ¿Quién soy? –Preguntaron con tono de chica- 

¿Miriam? –Pregunté con tono interesado-, la chica me destapó los ojos, obviamente era Miriam, no podía ser otra, no conocía a nadie nuevo aquí. Esta me dios dos besos y se sentó.
Bueno hola, y por cierto ¿De dónde eres? ¿Por qué te has mudado aquí? –Preguntó Miriam-
Soy de un pueblo de Córdoba, y nos hemos mudado aquí por cuestión de trabajo, sinceramente no me gusta mucho este clima, donde vivía hacia un clima cálido la mayor parte del tiempo, y normalmente hay mucho sol, al contrario que aquí. ¿Tú siempre has vivido aquí? –Pregunté a la chica-
Sí, es más, pocas veces he salido del pueblo, es un pueblo normalmente tranquilo, y a mí no me termina de desagradar el clima, además el bosque y los colores de los alrededores nos ayudan bastante a sacar buenas fotografías para el club. Por cierto, entre tantos clubs, y siendo el nuestro uno de los que cuenta con menos presupuesto y menos gente ¿por qué has decidido apuntarte al nuestro?
Sinceramente, no soy muy atlético, tengo una condición física normal, no estoy muy fuerte y tampoco me termina de agradar estar todo el día entrenando, así que descarte todos los clubs deportivos, y la fotografía es uno de mis hobbies, no está mal, y se puede ver cosas muy chulas y hacer unas fotos impresionantes con muy poco material.
Llevas razón, y bueno ¿te adaptas bien aquí?, ¿tienes ya amigos?, yo el otro día en la cafetería me fije que no hablabas con nadie, solo servías en las mesas y poco más.
Aún no he hecho ningún amigo, pero espero tener amigos dentro de un tiempo, sé que me costara adaptarme, pero al final creo que me adaptare, espero que nos llevemos bien.
Claro, nos llevaremos genial, oye ¿Qué te parecería si vamos mañana a echar alguna foto a la mansión en la que estabas tan interesado el otro día?
Mañana no puedo, pero pasado si, mañana es mi cumpleaños y quiero estar con mi familia -Respondí-
¿De verdad es mañana tu cumpleaños? ¿Y cuántos cumples? Dieciocho –respondí- Poco después nos fuimos, pronto empezarían las clases.

Este día parecía ir mucho mejor, había hecho una amiga, llegué sin ningún problema a clase y puntual, incluso Claire no estaba allí, todo iba genial, pero ¿Dónde estaría Claire?, esta chica faltaba cuando le venía en gana, pero es igual, yo creo que se lo podía permitir, se le daba bien cualquier cosa que hiciera.
Al entrar a clase, había dos chicos que nunca antes había visto allí, estaban hablando con el profesor y se reían mucho, eran morenos, altos y muy deportista por lo que se veía, estaban muy fuertes , se le marcaban la mayoría de los músculos, al sonar el timbre, ellos se pusieron de pie delante de toda la clase, y el profesor dijo ; Estos dos chicos, han venido desde América, hablan muy bien el idioma, y van ha estudiar aquí por que sus padres se han mudado por cuestión de trabajo.

Los chicos se presentaron, los dos tenían hobbies muy parecidos, el deporte, decían gustarles cualquier tipo de deporte, salir de fiesta, la música, vamos, el típico chico fiestero que no se dedica ha hacer nada más, pero hubo un hobbie que me llamo bastante la atención, la caza, se rieron ambos al decir este, parecían chicos graciosos la verdad, uno se llamaba Black y el otro Dale, poco después se sentaron, y uno se sentó al lado mía.

Hola, soy Dale, tu ¿Alex verdad? –Pregunto el chico-
¿Cómo sabía este tal Dale mi nombre?, Si soy Alex y es un placer conocerte- respondí-
Espero que nos llevemos bien, seremos colegas, ¿por qué no vienes a tomar algo a nuestra casa conmigo y mi hermano? -Preguntó el chico-
Claro, ¿Cuándo quieres que vallamos a tomar algo?-Respondí-
El profesor empezó la clase poco después, el chico no dejaba de hablarme, pero al ser su primer día, al profesor no parecía importarle demasiado, me pregunto de donde era, mi edad, si tenía novia, y si me gustaba salir.

Perfecto, más nuevos amigos, el día iba de escándalo, hoy he conocido nueva gente y ya tenía varios planes para hacer la semana que viene, por fin mañana llegaría el fin de semana, sería mi cumpleaños y tendría planes para hacer el domingo.

Día 5


Un fuerte rayo de sol golpeó mi cara, ¡increíble¡ por primera vez desde que llegué aparecía un rayo de sol, pero aun así era un día nublado como todos los demás, me asome a la ventana, y me desperecé, estaba muy adormilado y aún seguía bastante cansado, los hechos de los últimos días todavía me tenían bastante agotado, sobretodo mentalmente.

Bajé las escaleras y para no variar mis padres ya no estaban allí, últimamente desde que llegamos aquí siempre tienen algo que hacer, apenas podemos vernos y hablamos solo cuando ellos lo ven oportuno, tampoco parece importarles mucho mis estudios, pero espero que recuerden que les pedí el coche, y para mí sería importante que me lo regalaran, así no tendría que ir a todos sitios andando y por la noche me resultaría mucho más cómodo volver del instituto.

Mientras desayunaba estuve recordando, ¿debería ir al cementerio y adentrarme en todo lo sucedido? Lo mejor creo, será dejarla un poco de lado, y no echarle muchas cuentas ha esto. Y aprovechar para echar algún amigo en el instituto, quizás sería lo mejor que podía hacer.
¡Decidido!, me apuntare a algún club matinal, asique pronto me cambie, y decidí ir al instituto ha ver las posibles alternativas que había para elegir, quizás alguna me llamaría la atención y así conocería nueva gente. Tras llegar al instituto, me acerque al tablón principal, parecía que allí estaban todos los clubs apuntados… ¿Fútbol? ¿Tenis?... paso de deportes… ¿La banda? Esta podía ser una buena elección, pero vi una mejor: Club de fotografía. Me encantaba la fotografía, quizás este estaba hecho para mí así que cogí el papel y casualmente ahora mismo estaría el estudio abierto según indica el horario en el cartel.

Al llegar había allí una chica, ¿Eres Àlex verdad? Te he visto trabajando en el bar estos últimos días, -dijo la chica- Si, respondí, la cara de esa chica me sonaba asique la habría atendido en el bar supongo por lo que me está diciendo. Trabajaba allí, pero ya no, ayer me despidieron –respondí a la chica- Se reyó , ¿y eso? –pregunto con tono cómico- no era lo mío, lo deje un poco de lado y el jefe me hecho.
Bueno, ¿Qué haces aquí?, por cierto soy Miriam, y es un placer conocerte. Estoy interesado en apuntarme al club, como ya sabrás soy nuevo y no conozco mucho aquí, y este club parece ir bastante conmigo, ¿tú llevas el club? De momento y si no me pasa nada si, pues ya está, ahora me das tu nombre y apellido, y si quieres podemos quedar y tomar algo, así te cuento de lo que va este club –Dijo la chica con tono interesado-
¿Por qué no? así conocería a una chica interesante, parecía menor que yo, era rubia con un pelo liso y con ojos azulados era alta y no tenía el pelo demasiado largo, la verdad es que la chica tenía muy buen cuerpo, y parecía interesada en conocerme, es mas ya sabía mi nombre al llegar.
Vale, respondí tras pensármelo unos segundos, ¿qué te parece si mañana por la mañana antes de abrir el club a las diez quedamos? -Preguntó la chica-
Por supuesto respondí, y ella me enseñó unas fotos echar por el club, por lo visto se dedicaban ha hacer fotos artísticas del paisaje, se adentraban en el bosque, y echaban fotos a lo que le parecía más estético a la vista, en una fotos vi algo que me resulto muy peculiar, una casona en el bosque, era inmensa y estaba medio derruida, había muchas fotos de esta casa , pero había una que me llamo más la atención y no pude evitar fijarme, había dos estatuas, con lo que parecía una estatua de unas bellas chicas, con el cabello largo, vestidas con unas batas y que sujetaban en su mano derecha unas antorchas, pero en estas estatuas, en el dedo parecían llevar un anillo muy parecido al mío.
… ¿De donde habrán salido estas fotos?, Oye, Miriam ¿Dónde está esto? – Pregunté muy preocupado- al sur del pueblo, es una vieja mansión, antes había sido habitada por la familia River , ¡¿Cómo?! Mi nombre es Alejandro Cuesta River… a la chica le sorprendió, será mera casualidad, -respondió la chica- , ya eran demasiadas casualidades, cada vez mi vida era más misteriosa, ¿no me podían dejar vivir una vida normal? Quizás no debería dejar esto ha medias, y seguir buscando información de mis antepasados.

La chica en todo momento fue muy amable conmigo, estaba contento parece que llegaríamos ha ser amigos, por fin había encontrado alguien normal en el pueblo con quien poder hablar o tomar algo.
Bueno me voy, debo de ir a clase cerro y poco después se marchó.

Aún quedaba un rato para que empezaran mis clases, asique decidí dar un paseo por el instituto. Me llamó mucho la atención la biblioteca, era inmensa, podía ser perfectamente más grande que el gimnasio, así que decidí entrar, y ver qué tipo de libros había en esta. Había mucha gente allí leyendo, parecía que en este instituto no solo se interesaban en el deporte, seguro habría muchos chicos con buenas notas aquí.
Pregunté a la chica de la entrada si tenía algún libro acerca de anillos o algo así, pero la chica me dijo que no , era obvio, ¿Cómo iban a tener algún libro de anillos?, asique decidí mirar por las estantería a ver si algún libro me llamaba la atención, pero no había ninguno de mi interés, pero aquello estaba lleno de libros y de gente.
Pronto me fijé, Claire estaba allí leyendo un libro muy extraño, parecía muy antiguo y muy amplio, pero preferí no acercarme ha hablar con ella, seguramente no le importaría mucho mi presencia, pues no se percató de mí.
Poco después sonó la alarma, y me dirigí a clase, que por cierto fueron trasladadas al otro edificio, pues ayer los bomberos tardaron un poco en acudir, y se había quemado gran parte del edificio, menos mal que nadie se dio cuenta de que el problema había sido mío, sino quizás ahora mismo estaría en un gran problema, pero para mi era casi imposible mezclarlo todo solo, asique no me preocupada demasiado lo que pensaran los demás.

Y como siempre, al llegar a clase, ella ya estaba allí sentada, ¿no me dirigirá nunca la palabra?, me senté al lado suya, y le intenté agradecer de la manera mas amistosa posible lo que había hecho por mí.
Gracias, si no fuera por ti quizás ahora estaría en el hospital, o quizás en un sitio peor, pero ¿Cómo llegaste allí tan rápido? –le pregunté a la chica con cara de incógnita-.
Tuviste suerte nada más, no me preguntes nada, y déjame tranquila, tengo suficiente con lo mío como para tener que ir estando pendiente de nadie. –Respondió la chica-
En ese momento solo pude pensar una cosa, en realidad ella siempre me había ayudado… nunca me había hecho nada malo, quizás si fuera más respetuoso con ella, podríamos llevarnos bien, y decidí invitarla a dar un paseo.
Claire, ¿vendrías un día a tomar algo, o a ver una peli?
No me conoces de nada, ¿de verdad crees que no tengo nada mejor que hacer? Déjame tranquila y deja de darle vueltas a las cosas. –Respondió la chica- Poco después empezó a leer el libro y ya no volvió ha hablar conmigo en todo el resto de día.

Esto había sido un avance, antes no me hablaba, ahora por lo menos me responde, borde pero me responde, ya empezaba a pensar que posiblemente no me convendría estar con ella, solo se dedicaba a responderme mal, pero había algo en ella que me llamaba mucho la atención, no podía evitar preguntarle, o hablar con ella, no podía evitar mirarle a los ojos, decirle lo que pensaba, o lo que me apetecía hacer, ella era distinta, nunca había sentido eso hacia una persona, y aun así, no la conocía.
Esa noche empezó a nublarse, no se veían ya las estrellas, por lo visto el clima volvía a lo habitual, ya me extrañaba que llevara un día y una noche bien, pero hasta en un pueblo con mal clima debe de aparecer algún día la calma y claridad.

Preferí no pensar en nada, e ir pronto a dormir, mañana tendría mucho que hacer, tendría que ver a Miriam, y además intentaría acercarme ha hablar más con mis padres, a ver si los convencía definitivamente para que me compraran un coche, al llegar a casa, observe que mis padres todavía no habían llegado del trabajo, me empezó a parecer muy raro , que horario más irregular de trabajo, unos días están en casa cuando llego, otros no, ¿en que estarían trabajando ahora?.
No me apetecía cenar demasiado, así que me decidí por leer un libro, y como aun no lo había leído, y la gente estaba últimamente obsesionado con él, decidí leer “crepúsculo”, así que lo empecé, leí tres capítulos, y por cierto aprecié muchas similitudes con mi vida, la protagonista se muda a un sitio nuevo, tétrico, siempre clima nublado y rodeado de bosque, conocía a un chico con extraños poderes, obviamente ya sabía que era un vampiro, el fenómeno crepúsculo era de actualidad, tras leer esto, empecé a reírme y pensé ; ¿te imaginas que Claire es un vampiro?.

 Poco después escribí en mi diario, era ya demasiado tarde, menos mal que ya no tengo que madrugar, no tengo trabajo, así que me despertare un poco antes de la hora a la que había quedado con Miriam.
Puse el despertador y me fui a dormir.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Día 4


Estaba contento, este día sería genial, ya solo quedaban tres días para mi cumpleaños, se acercaba el momento, puede que por fin ¡tuviera coche! ¿Me lo regalarían mis padres, por lo de la mudanza?... llevaba ya tiempo mirando… y mi padre creo que le va bien en el trabajo, ¡Ojala me lo compraran!
Poco después sonó el móvil, corrí hacia este, espero que no corten –pensé- , era mi padre, y me advirtió que tuviera mucho cuidado, que en el pueblo habían aparecido varias personas muertas en el bosque y que bajo ningún concepto saliera de casa sin el anillo.

… Que podía estar pasando, ¿Quién habría matado a esas personas?... Cogí mi anillo obedeciendo a mi padre en todo que él me ordenaba, ¿tendría algún tipo de poder ese anillo para protegerme?, ¿Por qué mi padre ponía tanto empeño en él?

Esa mañana llame al trabajo, y decidí no ir, me interese por el anillo y quería saber de quién era y que era. El jefe parecía furioso, decía que me tomaba el trabajo a broma y que esto no podía ser y decidió despedirme… no objete nada, ya encontraría otro trabaja, tenía en ese momento demasiado interés por saber si ese anillo tenía algo de especial, esto parecía un cuento, pero yo estaba cada vez más intrigado.
Lo primero que hice fue llamar a mi padre y le pregunte por el anillo, el solo dijo que era un objeto familiar, y que no pusiera más empeño en este, para no levantar sospechas corte, y llame a mi madre quizás ella pudiera decirme algo más del anillo. La llame y le pregunte donde podía averiguar algo de información de la familia, y ella me dijo que no insistiera que no buscara información acerca de nada, que no había nada que buscar.

Fuí a la biblioteca y pregunta acerca de mi familia, y hubo algo que me resulto muy interesante, la bibliotecaria conocía a mi familia, y por lo visto mi familia había vivido aquí unos años atrás, antes de que yo naciera. Me dijo que mi familia fue muy importante antaño y que había un libro en el cual se hablaba de mi familia, pero que actualmente no estaba aquí, se lo había llevado una chica morena de ojos azules… ¿Quizás fue Claire? La señora me dijo que el libro había sido sacado hace unas semanas, y que no sabía cuándo iba a regresar, así que decidí marcharme.
Cuando estaba saliendo por la puerta, la señora me dijo, oye si quieres información de tu familia, ¿por qué no vas al cementerio?, allí hay una cripta de tu familia, allí están enterrados la mayoría de tus antepasados me dijo la señora.

¿Que debía de hacer? Ir al cementerio solo me daba demasiado miedo, y ya iba siendo tarde pronto empezarían mis clases, asique lo primero que hice fue ir a clase corriendo, y ya mañana pensaría que hacer.

Al llegar a clase observe que hoy no estaba Claire, todo sería mucho más tranquilo, no notaria su presencia encima mía en todas las horas, estaban trascurriendo todas las horas tranquilamente como siempre, pero algo extraño pasó.

Estábamos en clase de química, haciendo unas prácticas, estaba solo pues no estaba Claire, y debía de añadir unas bases y unos ácidos a la probeta, todo el mundo estaba en equipo, así resultaba más fácil mezclarlo todo, sin querer me confundí, indudablemente si Claire hubiera estado allí esto no hubiera sucedido, a ella obviamente parecía que todo se le daba genial.

De repente todo empezó a arder, ardiendo unos papeles, y la llama se propagó demasiado rápido, un compañero rápidamente dio a la alarma de incendios, todo el mundo salió corriendo, estaba asustado y de repente empezó ha arder todo a mi alrededor, estaba solo y atrapado, el fuego empezó ha acercarse por todos lados, y quede atrapado por el fuego, estaba contra la pared, y el fuego cada vez se acercaba más y más, me arme de valor y mire a mi alrededor… No había nada que me pudiera servir ha escapar de allí, temblé de valor y volví a pensar mejor, quizás si me rodeo con la bata y corra me dé tiempo a llegar a la ventana y saltar por esta… pero esta era una segunda planta.
Aun así me rodee con esta y corrí por el fuego… era muy misterioso pero el fuego no me quemo ni una ligera pisca de la bata, no sentí ni el calor… ¿qué había pasado? Intente abrir la ventana con la mano pero se había atascado, parece ser que ese día estaba todo en mi contra. Cogí rápidamente la bata de nuevo me la lie en la mano y le pegue un golpe con esta a la ventana para no cortarme. El cristal se rompió, y decidí saltar, mejor sería intentar caer lo mejor posible no quemarme vivo… nunca había intentado hacer algo así estaba muy asustado, antes de saltar intente avisar a alguien y grité pero nadie vino, quizás nadie escuchaba mis llanos y suplicas de ayuda.

Lo mejor que pude hacer fue saltar, y así fue, cuando de repente allí estaba Claire, cogiéndome, ¿pero qué pasaba aquí?¿esta chica era un superhéroe? Me cogió, me hiso un gesto de silencio y se marchó, poco después llegó la gente y me preguntaron qué había pasado.

¿Qué debo decir ahora? ¿Que el fuego no me había quemado? ¿Qué había aparecido esta chica como un superhéroe y me había rescatado de la nada? Esto no podía seguir así quizás lo mejor era preguntarle a ella directamente, así que pensé en preguntar dónde vivía en el instituto y dirigirme a su casa al día siguiente, era ya tarde para ir a ningún lado a molesta.

Guarde silencio y dije que no sabía que había pasado, que me había quedado atrapado e intente huir de allí, había saltado por la ventana y milagrosamente tuve mucha suerte en la caída.
Poco después llegaron mis padres al instituto, para recogerme, camino a casa me preguntaron que había pasado, y decidí tampoco contárselo a ellos, esto solo me supondría problemas y estaba demasiado agotado para discutir o enfrentarme a más problemas por hoy.

Día 3


Bajé las escaleras, ya no había nadie en casa, solo una carta de mis padres, hemos tenido que irnos pronto a trabajar, hazte el desayuno, y ahí tienes un paquete con la comida del mediodía, solo tienes que calentarla y poco más. Hoy vuelve lo antes posible por favor tenemos que hablar.

Estaba contento, se acerca mi cumpleaños solo quedaban 4 días para mi cumpleaños por fin podría sacarme el carnet y tener coche, podría hacer lo que me viniera en gana, ya era hora de ser libre, (como todos los que van a cumplir esa edad, pensé que sería lo mejor que me podía pasar, ¿que había mejor que la libertad?)

Desayune, y me duche, ¡Ostia! Llego tarde, voy a llegar tarde al trabajo, salí corriendo y decidí atajar por medio del bosque, no estaba demasiado lejos como ya había dicho, pero aun así se podía atajar por el bosque, pues el instituto estaba a unos 10 minutos fuera del pueblo. En lugar de ir por la carretera, corrí por el bosque, al rato me di cuenta… ¿me había perdido?... ¿Hacia dónde voy ahora?...

Escuche el ruido del rio, y decidí acercarme a mirar, quizás pasaba por allí el rio y si seguía el rio volvería al pueblo, escuche un ruido, pasos y decidí acercarme lentamente, para mirar lo que había por allí. Me acerque lentamente y observando todo a mi alrededor, estaba muy asustado, ¿que había allí? Vi una cascada, y encima el perfil de una chica, no llevaba las lentillas asique no la pude ver claramente.

¡Por fin! –Exclamo la chica- esa voz me sonaba, no podía saber quién era exactamente pero la voz me sonaba, y la chica salto al vacío desde encima de la cascada, era inmensa, iba a matarse… Salí corriendo e intente cogerla pero sería imposible, ella se percató de mi presencia mientras saltaba al vacío, de repente ella desapareció. ¿Pero que era esto? ¿Era mi imaginación?...
Apareció detrás de mí, me gire asustado, era Claire ¿qué hacia ella aquí?, ¡¿Tú que has visto?! , -pregunto la chica con un tono bastante enojado- ¿Por qué no puedo saber lo que piensas?, Me miro, los ojos se le ampliaron, se le tornaron más profundos y oscuros. Olvida todo lo que has visto. Decidí seguirle el rollo, esta chica está loca, ¿intenta obligarme a olvidar algo?... Si Claire. Ella desapareció de allí, yo no sabía que sucedía, pero seguí el rio hacia abajo, esto llegara al pueblo, 5 o 6 minutos después llegue al pueblo, había pasado mucho tiempo allí perdido, ya no llegaría al trabajo, pero me era indiferente estaba muy confuso, esa chica, ¿Qué era exactamente?

Esta vez, de manera más tranquila seguí la carretera para llegar al instituto, y lo primero que hice fue dirigirme al bar, me disculpe e intente explicarle al jefe que me había perdido, decidí no decirle a nadie lo que había visto en el bosque, posiblemente sería lo mejor que podía hacer. Me callo una bronca, pero mi jefe me perdono, no me despidieron, ¡menos mal!

Sonó el timbre y salí corriendo hacia clase, no quería volver a llegar tarde, el profesor otra vez la tomaría conmigo si llegaba tarde, y no quería ser foco de sus preguntas. Entre rápido, y allí estaba sentada Claire, ella no dijo ni hola, yo la ignore, hice como si nada hubiera pasado.

Ese día ella asistió a todas las horas, por lo visto coincidía en las mismas asignaturas que yo , hoy no me dirigió la palabra en ninguna clase, solo se sentaba al lado mía y me observaba, no me miraba como a los demás, ¿Tendría algo en mi contra? Y aun peor ¿Quién era ella?

Decidí salir rápido, corriendo, así a lo mejor me pondría más en forma, no es que tampoco estuviera mal, era normal , altura normal y peso normal, pero quizás me vendría bien ponerme en forma. Fui trotando desde casa al instituto, en ese momento recordé que mi padre me dijo que no me distrajera, que fuera rápido a casa que teníamos que hablar.

Llegué y ya estaba en casa mi padre y mi madre, esperándome en el salón. Siéntate –dijo mi madre con un tono preocupante- … fui despacio y me senté en el sofá frente a ellos, estaba la chimenea puesta, y las luces apagadas, mira hijo, nosotros no somos como la mayoría de la gente, somos distintos, ahora mismo no puedo decirte mucho más, pero ve con mucho cuidado. Nunca te quites ese anillo, y no te extrañes si pasa algo raro a tu alrededor.

Mis padres no me dijeron mucho más, mi madre saco la comida y me dijo, bueno comamos… ¿Pero a que se referían, que estaba sucediendo aquí? Pero mama ¿qué pasa? Hijo, ya mismo puede que sufras cambios, y aun no es el momento, tú debes de intentar superar todo lo que puedas solo, es la mejor manera de que aprendas –Respondió mi madre-

Recogí los platos, y los lave, mis padres se pusieron a charlar, intente no hacerles mucho caso, no sé de qué hablarían pero creo que hablaban de mí, quizás de eso que me sucedería extraño,¿ pero que podía ser? Esto es demasiado extraño, todo lo acontecido en el bosque y ahora esto, no le di en realidad muchas más vueltas y seguí. Lo recogí todo y subí a mi cuarto. Hoy tenía bastante que hacer, empecé ha hacer mis deberes, quería llevarlo todo al día, si aprobaba este año podría irme a estudiar fuera, este año sacare mejores notas que nunca, así quizás volvería con mis amigos.

Termine bastante tarde, y me tumbé en la cama, cogí mi diario y leí todo lo sucedido los dos días que llevaba aquí, este pueblo es muy raro, algo pasa aquí –Pensé- , desde mi cama se veía perfectamente la ventana, ya estaba seguro , algo me estaba observando desde la ventana, estos dos días atrás me había parecido que alguien me observaba pero ahora está seguro, corrí hacia la ventana pero cuando mire, ya no había nadie , corrí hacia abajo, salí de casa y mire hacia todos lados, la luna estaba creciente, de aquí a unos días estaría llena, supongo coincidiría con la noche de mi cumpleaños. Aun así se veía perfecta, no estaba nublado, y me parecía extraño, aquí casi nunca se podía ver el cielo estrellado, pero hoy se veía perfecto, me gustaba verlo, era precioso, este me ayudaba siempre ha olvidar mis problemas así que saque mi telescopio y lo mire un rato antes de subir a escribir mi diario, pronto subí y escribí en mi diario todo lo que había pasado hoy.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Día 2


Al día siguiente me desperté, y pensé en ir de nuevo al instituto, quizás podría encontrar un trabajo o simplemente apuntarme a un club matinal, baje las escaleras, estaba la policía en la puerta de casa, hablando con mis padres, no sabía lo que pasaba y espere a que estos se marcharan.

Papa ¿qué pasa? ¿Por qué viene la policía a casa? –Pregunté de forma desorientada- Dicen que debemos ir con cuidado, que está habiendo una serie de extraños sucesos, la gente siente presencias dentro de sus casas como sombras moviéndose y escuchan ruidos, pero nunca termina de desaparecer nada. No le tome la mayor importancia a esto pues me parecía una mera estupidez, ¿Qué problema había si no salía nadie dañado? ¿y si no desaparecía nada?

Rumbo al instituto, me fije en una casa que destacaba, en el pueblo la mayoría de las casas eran grandes, con grandes patios y jardines, pero había una que destacaba, con unas grandes verjas metálicas, de un estilo más gótico y barroco, mucho más sobrecargada y grande que las demás y entonces fue cuando me pregunte ¿Quién vivirá hay? Seguí caminando hacia delante, hasta llegar al instituto.

Cuando entre al instituto me fije, la mayoría de la gente iba en grupos, y no podía evitar sentirme mal… echaba de menos a mis amigos, quizás jamás vuelva a verlos… quizás ellos se olviden de mí, eso era lo único que venía en mi mente. Camino al salón de actos del instituto, vi una inmensa cafetería-bar, y en este había un cartel de se busca empleado, la verdad estaba bastante interesado en pasar un tiempo haciendo algo por las mañanas y decidí hacer la entrevista ¿Por qué no?
Por lo visto nadie quería trabajar allí, y me dieron el puesto de trabajo sin ningún problema, empecé ese mismo momento, al llegar mi horario de clase salí de trabajar e iba a ir hacia mi aula cuando “ella” apareció de nuevo, la mayoría de los chicos la miraban con cara de tontos, incluso los chicos que parecían más populares del instituto, yo no me fije no estaba interesado en una chica que antes me había ignorado, demasiado borde para mí.

Al entrar a clase, me hicieron hacer una leve presentación, dije poco más que mis aficiones como escribir, leer, dibujar, poco más, no era un chico atlético o deportivo, tampoco se me daban demasiado bien los estudios no resaltaba en ningún aspecto demasiado. Aun así a nadie parecía importarle lo que decía, pero “ella” estaba allí, y me miraba fijamente, yo sentía algo extraño, ¿quizás  intentaba decirme algo con su mirada? Al terminar, busque un sitio libre en clase, pero el único libre era a su lado.

Tome asiento, y ni me gire para preguntar su nombre, no estaba ni siquiera interesado en ser su amigo. La mayoría de los chicos de la clase me miraron mal, quizás porque me había sentado con ella, no podía dudarlo era por eso, pero ¿qué les pasaba a todos los chicos con esta chica? La chica dijo, Alex compartamos libro, saque mi libro y no le dirigí la palabra, ella me miraba fijamente, como si yo tuviera algo extraño en la cara, no podía entenderlo, ¿Qué le pasaba a esta chica?

Yo me sentía incómodo perdido en clase, cuando de repente el profesor de historia dijo; bueno el chico nuevo, ¿Cuántos años duro la guerra de los 100 años? Me quede en blanco, no sabía ni de lo que me hablaba y “ella” dijo: desde 1337-1360, exactamente 23 años. Gracias señorita Claire pero la respuesta no iba con usted. Sus clases son aburridas, no suele decir nada nuevo y no me supone ningún reto responder a todas sus preguntas –Respondió la chica-
El profesor sorprendido dijo, muy bien hagámosle a la señorita Claire una serie de preguntas, si falla alguna, tiene la asignatura suspensa, el profesor se dedicó a hacerle una serie de preguntas, ella respondía a todas sin titubear, sin errores, ¿Cómo podía saber ella tanto? Respondía preguntas de cualquier tema, geografía, historia, deportes, era impresionante, era perfecta en todos los sentidos, menos en uno, ser simpática conmigo. Parecía llegar al final de su cuestionario con ella cuando el profesor preguntó: ¿Cuál fue aproximadamente el número de muertos en la primera guerra mundial?... Ella titubeo y respondió tras pensarlo un momento: 31millones aproximadamente. El profesor exclamo con una cara muy convencido se equivoca, hubo aproximadamente 20millones, Claire respondió, incorrecto 21 millones fue el número de muertos en batalla y hubo un aumento de unos 11 millones de civiles aproximadamente. El profesor con cara de asombro dijo, buscarlo en internet, y ya no le hiso ninguna pregunta más.

Gracias, ¿Claire verdad? –Pregunté- No ha sido por ti, me aburría y pensé en responder. Poco después fue el fin de clase, y ya no volví a coincidir con ella en ninguna hora más, de camino a casa, todo el mundo volvía en coche con sus amigos, era ya tarde y yo debía de volver andando así que intente ir lo más rápido posible, era ya tarde y mi padre me advirtió que fuera con mucho cuidado.

Al llegar a casa, había mucha gente allí reunida, mi padre me dijo que subiera arriba y leyera la carta que me había dejado, él no tenía ahora mismo tiempo para hablar, después hablaríamos. Subí y vi una carta y una cajita, en su interior había un anillo parecía antiguo, nada especial. En la carta ponía que era un anillo familiar muy importante, que nunca me lo quitara y que siempre lo llevara encima, este podría intentar ayudarme a escapar de cualquier problema.

Como vi que la reunión era para largo, decidí tumbarme en la cama para escribir en mi diario, y de repente vi una sombra, un reflejo fuera, en el exterior de la casa, por la ventana, me asomé pero allí no había nadie. Habrá sido una imaginación –Pensé- Y me eche a dormir, este día había sido largo, había encontrado un trabajo, había “conocido” a Claire, pero aun así, no creo que nunca pueda integrarme en ningún grupo aquí pensé, y poco después me dormi.
                                                                                                                                                               


Día 1. La mudanza.


¡Arto! ¡Estoy harto! ¿Por qué nunca nos tienen en consideración nuestros padres? Pss es igual... Nos hemos tenido que mudar, este pueblo es un asco. Este tipo de clima no me gusta, era un clima denso, un pueblo rodeado de bosque por todos lados, casi nunca hacia sol y si fuera poco un húmedo, y la mayor parte del tiempo llueve.

Mis padres me dejaron solo, y me mandaron al instituto a matricularme, era ya tarde, casi de noche, pero en fin, mejor empezar pronto… mientras, ellos fueron a hablar con sus nuevos jefes.

Llegue al instituto, y ¿cómo no? Todo el mundo me miraba raro, era el nuevo ¿Cómo me iban a mirar? Bueno… me sentía perdido ¿Dónde estaría consejería? Se me acerco un chaval y pregunto: ¿Quién eres?¿Qué haces aquí? Soy nuevo –Respondí- Bueno ¿Y que buscas? Busco consejería, ¿Podrías indicarme el camino? Me llevó sin ningún problema se despidió y se marchó.

Fui a entrar a consejería para matricularme cuando de repente tropecé con “ella”, eiii mira por dónde vas –le dije a la chica- todo se le cayó al suelo, le ayudé a recoger sus cosas y me fijé por primera vez en ella. Nunca podré olvidar la impresión que tuve de esta chica, jamás había visto una tan bella , era simplemente especial, su largo cabello ondulado moreno, esos ojos azules profundos, como diamantes observándome, como si quisiera matarme por haberle tirado las cosas al suelo, esos ojos daban la impresión de que esa chica tenía unos sentimientos ocultos, aprecié una gran profundidad en sus ojos. Estos destacaban en tu tez pálida casi blanca. Era preciosa.

Ella me preguntó mi nombre… pero apenas podía responder estaba observándola… Alejandro, pero puedes llamarme Alex. No podía evitar dejar de mirar sus ojos, como si de un hechizo se tratase, le pregunté su nombre, me ignoró o quizás simplemente no quería dármelo. Nos levantamos y cuando miré hacia donde estaba, ella ya había desaparecido. ¿Qué había pasado? En fin da igual.

Oye ¿eres Alejandro? Entra te esperábamos, entre a la consejería y me informaron que al llegar a mitad de curso estaban ya todas las plazas cogidas, y me tendría que matricular en el horario de tarde-noche. Poco después dí un paseo por el instituto para ver cómo era, y tener localizada las aulas a las que debía de ir al día siguiente. Me paré a observar, estaban entrenando los del club de futbol y animadoras fuera, ¿Quizás deba apuntarme a algún club yo por la mañana? Bueno ya me lo planteare en otro momento, mira hacia atrás, y sentí algo extraño vi una sombra desvanecerse, salí corriendo hasta casa pues no está demasiado lejos del instituto.

Camino a casa iba mirando el pueblo, demasiado tétrico para mi gusto, pero era distinto a todos los pueblos que había visto antes, el ambiente era peculiar.

Llegué a casa y hablé con mis padres, Papa este sitio no me gusta, es demasiado tétrico, a ellos no parecía importarle mucho mi opinión, comimos y nos fuimos a la cama. Bueno por lo menos la casa era mejor que el piso que vivíamos, era muy amplia, tenía un salón inmenso, con chimenea y unido a la cocina, y daba al exterior, también había cuatro habitaciones muy amplias con un cuarto de baño en la habitación mía y de mis padres,  tenía incluso un ropero en mi cuarto, me encantaba la casa, así que de esto no podía quejarme.
 Me fui a la cama y cogí mi diario y como todos los días escribí todo lo sucedido.